En efecto, después de meses de gestiones (que incluyen conversaciones telefónicas con su Jefe el Dr. Blanco y encuentros personales con el prefecto Millaqueo), el Servicio sigue sin autorizar las visitas y nos impone cada día nuevas, absurdas e incumplibles condiciones, con el claro objetivo de impedirnos la entrada.
Hacemos notar que desde el fin de la dictadura, hace más de treinta años, nuestra Liga viene visitando a los presos sociales y políticos en forma regular y sistemática, sin que haya habido inconveniente alguno.
Lo hacemos para llevarles nuestro apoyo y solidaridad, con delegaciones integradas por nuestros militantes pero siempre abierta nuestra visita a todos los sectores políticos, sindicales, barriales, etc, que tengan detenidos entra sus filas o que quieran darles su aliento y presencia. De esa tradición pueden dar fe todas y todos los que en estos años pasaron tiempo encerrados en los penales nacionales.
Entendemos esa actitud como una represalia contra los compañeros presos políticos y sociales, que se ven privados de la visita que tanto necesitan y aprecian y también contra nuestra Liga Argentina por los Derechos del Hombre que pasados ya los ochenta años de existencia y lucha ininterrumpida viene denunciado públicamente las graves violaciones a los derechos humanos, las libertades públicas y la legalidad democrática en que incurre el gobierno macrista.
Insistiremos en nuestro reclamo hasta remover los obstáculos políticos y burocráticos que se oponen y reanudar las visitas solidarias como siempre lo hemos hecho. Hasta entonces, nuestro saludo comprometido a todos y cada uno de ellos.